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jueves, 24 de marzo de 2016

Análisis sobre la descentralización micronacional

Tras un ensayo timerio que propone desarticular el gobierno central a favor de una red distribuida, NPinfo analiza esta propuesta en comparación con la experiencia vontanesa.

Las propuestas de descentralización

El filósofo timerio Sokef Talides de Serralia presentó en estos días un ensayo que propone transformar la estructura organizativa de Timeria, pasando de un sistema centralista hacia una red distribuida en donde cada timerio o grupo de timerios funcionaría como un "nodo", capaz de ejercer su propia actividad y relacionarse con otros nodos libremente. La idea es que, habiendo ciudadanos distribuidos por todo el mundo, se puedan fundar provincias autónomas en distintas áreas geográficas que conformen una red, y que no estén supeditadas a estructura jerárquica alguna. El objetivo principal de la propuesta es evitar las recaídas de actividad, partiendo de la premisa de que si una provincia no depende en absoluto del gobierno central para realizar actividades, la caída de dicho centro no influirá en la actividad provincial.

Este tipo de propuesta, con diferentes matices, proliferó durante el año 2011 entre las micronaciones, bajo distintos nombres (de los que resonaba especialmente el de "cantonalismo", heredero de la tradición anarquista española). Este año vio el ascenso de un número importante de micronaciones y micronacionalistas de tradición libertaria, algunas de las cuales, lamentablemente, resultaron ser obra del estafador conocido popularmente como "el Cuervo"; sin embargo, esta situación contribuyó a fomentar la experimentación en este espectro de modelos políticos. Aunque técnicamente fueron similares a redes distribuidas, la mayoría de estos proyectos no respondían a necesidades pragmáticas como la lucha contra la inactividad, sino a la implementación de un modelo anarquista completo a nivel político, económico y social, bebiendo de tradiciones del siglo XIX, y favoreciendo la más absoluta libertad individual posible.

En el caso particular de Vontán, la idea de la gestión horizontal ha sido la piedra angular de la fundación de la micronación en el año 2009, proyecto que nació como consecuencia directa del desencanto con la aplicación de modelos representativos innecesarios en el micronacionalismo. Desde entonces, se ha ido profundizando el proceso descentralizador, que persistió intacto pese a las grandes oscilaciones ideológicas que se dieron en estos casi 7 años, especialmente en términos económicos. La micronación no fue ajena a la "oleada libertaria" de 2011, que quizá marcó el momento de más impulso en la democratización de las instituciones.

La experiencia vontanesa

La primera Nueva Altaria, inmediatamente posterior a la fundación, tenía un carácter fuertemente centralista, al menos a nivel formal; era una micronación unitaria, con un aparato estatal centralizado y de competencias amplias, pero con una Asamblea Comunitaria integrada por la totalidad de los ciudadanos neoaltarianos. Más que favorecer iniciativas privadas, simplemente garantizaba el acceso de todos los ciudadanos a la construcción colectiva de la micronación. En 2010 se hizo un tímido avance hacia la descentralización al aprobar una reforma institucional y legislativa que instituyó los Departamentos, pequeñas asambleas específicas con total autonomía y que trataban temas como educación, cultura, o economía, entre otras. Estas asambleas restaban competencias a la Asamblea principal, y permitían a los asambleístas elegir en cuáles departamentos debatir y en cuáles no - en otras palabras, a qué áreas dedicar su actividad.

No fue hasta 2011 que se inició el proceso de descentralización política propiamente dicha. En enero hubo un gesto simbólico de la Asamblea, sin peso real pero que presagió lo que vendría después: la "total autonomía de las comunidades (poblaciones)" de los territorios simulados. Fue en el mismo año que Cortés, el entonces canciller de la micronación, planteó una crítica a la organización de las entidades intermicronacionales de ese momento, considerándolas de "estructurales similares a los macroestatales", y llamando a su descentralización basada en un "sistema de redes de asociación voluntaria". Estas ideas cristalizaron a nivel local entre julio y agosto, cuando sucesivas reformas legislativas terminaron por tirar abajo el antiguo sistema legislativo y crear el Documento General Constitutivo o DGCNA (base sobre la que se construyó la actual constitución), disolver el aparato estatal central y abolir el "Estado Comunitario" a favor de una "Comunidad Libre", con un sistema legal mucho más definido y a la vez flexible.

A partir de este momento y hasta el día de hoy Vontán fue una comunidad de ciudadanos libres unidos a través de un contrato común (el DGCNA primero, y la nueva Constitución más tarde), que se reúnen en Asamblea para consensuar soluciones a temas de interés para la estricta totalidad de la población, y que se unen en asociaciones particulares (que podrían integrar a la totalidad de la población menos una persona) para atender intereses más específicos. Lejos de detenerse allí el proceso, en enero de 2012 el asambleísta José Eremita propuso dotar de contenido a la nueva estructura definitiva inspirándose en el concepto de filé, que se refiere a redes transnacionales de pequeñas empresas. Si bien la idea fue debatida, el pozo de inactividad de un año y medio que comenzaría ese mismo año hizo imposible darle más tratamiento e implementarla. En marzo de 2012, Cortés concluye esta línea de pensamiento con una nueva entrada en la que hablaba del "digitalismo práctico" como un modelo micronacional que consiste en "redes de ciudadanos interconectados actuando cada uno en su propio radio de acción".

El año y medio de inactividad entre 2012 y 2013 borró completamente los ánimos de soberanía real entre los ciudadanos de Nueva Altaria, y a inicios de 2015 se eliminó el último rastro de las ideas socialistas que regían la administración económica (mayormente simulada) en la micronación, con la derogación del DGCNA y la aprobación de una nueva constitución legalizando definitivamente la propiedad privada de todos los bienes. Sin embargo, permanecieron la estructura descentralizada y el modelo de Comunidad Libre, y se siguió apostando al modelo de "ciudadanos interconectados".

En 2014 se dio el último paso en este camino, cuando la ley de Gestión Eficiente anuló el carácter público de la mayor parte de los dominios de internet de la micronación, quedando en desuso algunos sitios y privatizados otros. Al restringirse la actividad de la Asamblea (único organismo "estatal") a la diplomacia y la gestión de documentos, las únicas cuentas que permanecieron como dominio público fueron la casilla de mail para contacto externo, y la cuenta del servicio CIME.

Evitar una nueva centralización

Desde ya, sólo la implementación formal de este tipo de modelos no garantiza un ascenso en la actividad. Pese a estos grandes y continuos esfuerzos realizados, la inactividad provocó que desde 2013 Vontán fuera una micronación típicamente centralizada en la práctica, ya que los pocos ciudadanos que quedan activos hoy poseen un alto porcentaje de los recursos y empresas de la micronación, habiendo más ciudadanos registrados con poca o nula actividad. Por otro lado, la implementación de un modelo descentralizado en una micronación como Timeria, que ya posee una base social amplia y activa, además de un objetivo cultural definido, podría sortear este tipo de problemas y servir para evaluar la extensión real de las posibilidades que este modelo brinda.

Para que esto funcione sería necesario observar que la red no se termine convirtiendo (como ocurrió con Vontán) en una pirámide en la que los ciudadanos más activos se acostumbran a tomar iniciativa, y los otros se acostumbran a seguir a los primeros; que el surgimiento natural de líderes no resulte en la acumulación de actividad en su persona, y que éstos dediquen parte de su esfuerzo a impulsar la actividad entre los demás ciudadanos. La experiencia de nuestra micronación advierte sobre la insuficiencia de la sola aplicación de modelos distribuidos para generar actividad; es conveniente en este sentido realizar modelos de representación de la actividad que respondan no solo a las estructuras gubernamentales o burocráticas, sino también a la psicología del grupo de ciudadanos en relación con su vida personal y con los demás miembros del grupo. En este sentido, la clave es nunca perder la perspectiva grupal y la idea de construcción colectiva; que quienes ejercen informalmente el rol de "centro", aquellos en torno a quienes gravita la actividad de los miembros, asuman la responsabilidad de valorar y fomentar la creación individual en el marco del grupo. Esta cohesión social, más que la ley y la costumbre (siempre susceptibles de leerse bajo interpretaciones distintas) será la que evite la fragmentación o la degeneración de elementos que, de por sí, ya serán altamente autónomos.

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