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lunes, 3 de enero de 2011

Tras el golpe de Estado en Cantabria, un inesperado rescate

El día 10 de diciembre, ha llegado a los gobiernos micronacionales la noticia de que la Junta Militar de Cantabria se habìa hecho con el poder de la micronación, aparentemente como resultado de una prolongada situación de inactividad en el país ibérico. Según dijo el representante de esta agrupación, se han usurpado todos los edificios y cuentas del gobierno y se obraría en su nombre para llevar nuevamente a Cantabria a una situación de mayor actividad.

Hace unos días, el 30 de diciembre, el grupo usurpador cántabro comunicó el cierre de las embajadas e instó a los gobiernos de las demás micronaciones a retirar sus cuerpos diplomáticos, amenazando con aprisionar a sus miembros si no lo hacían.

"Debido a ciertos problemas técnicos, no pudimos estar tan al tanto de la situación y no habíamos visto el mensaje. Tampoco creímos que fuera de demasiada importancia debido a que los militares cántabros no habían emitido comunicados en varios días, sin embargo luego vimos que al día siguiente la Junta envió otro correo diciendo que habían apresado a los miembros de los cuerpos diplomáticos que no habían sido retirados, entre ellos el nuestro", explicaron por parte del gobierno neoaltariano, cuyos integrantes se mostraban indignados con la situación. La preocupación disminuyó, sin embargo, cuando el gobierno logró comunicarse con la misión diplomática.

"El día de año nuevo a la mañana varios hombres armados ingresaron a la Embajada e intentaron arrestarnos, pero por suerte un sorprendente descuido de los militares permitió que lográramos escapar sin problemas", informó un miembro de la misión. Por razones de seguridad se mantuvieron ocultos durante algunos días, y hoy por la mañana se ha establecido comunicación nuevamente con el cuerpo, que en estos momentos viaja de vuelta a nuestro país en el avión gubernamental, tras ser rescatado en un exitoso operativo organizado por las milicias de seguridad neoaltarianas. "Al principio tuvimos nuestras dudas al enfrentarnos al ejército cántabro, pero por suerte todo salió como se planeó, y sorprendentemente fue bastante fácil" dijo uno de las 10 personas involucradas en la misión. Los integrantes del cuerpo diplomático están bien, e incluso se permitieron bromear sobre su situación: "al parecer aquellos guardias consumieron algo más de lo conveniente en los festejos de Año Nuevo. Fue fácil burlarlos", reía uno.

El gobierno neoaltariano ha decidido cortar las relaciones diplomáticas con Cantabria hasta nuevo aviso, indignado por el ataque a las instituciones cántabras y a su pueblo primero, y luego a ciudadanos de las otras micronaciones.

El Gobierno Cántabro no se pronunció aún ante toda esta situación, y al parecer sigue sumido en la inactividad tras el golpe.

"Si bien tuvimos un motivo de alegría por el regreso de nuestros compatriotas, la situación en Cantabria no ha cambiado, y seguimos preocupados por eso. La inestabilidad política es un hecho que lamentablemente caracterizó a Cantabria durante los últimos tiempos, y que ha propiciado varios golpes de estado similares, todos ellos llevados a cabo por las mismas persona -los militares-. Pese a que la democracia ha ganado anteriores batallas, estas situaciones se siguen dando. Esperemos que este mal momento para la gente de Cantabria se pueda solucionar y que no se vuelva a repetir una situación similar", concluyeron desde el gobierno.

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