Hoy se ha aprobado en la Asamblea Comunitaria la legislación referente a la autonomía de las comunidades que integran el país. Desde ahora, cada una de ellas tendrá una independencia política casi absoluta.
La Asamblea Comunitaria se reunió hoy para celebrar la última de las reuniones en las cuales el tema central a tratar fue la autonomía política de las comunidades neoaltarianas.
Desde su fundación, Nueva Altaria ha estado funcionando como un país centralizado, con un gobierno nacional único, integrado por todos los ciudadanos que quisieran formar parte y acreditaran conocimientos académicos suficientes. Sin embargo, se ha planteado desde las comunidades menores el hecho de que un gobierno único gobernara igualmente a las diferentes comunidades existentes suponía una “política represiva”, debido a la diferencia numérica entre representantes de las áreas rurales y los de las ciudades: “Nuestros intereses no se ven propiamente reflejados en lo decidido por el Gobierno Comunitario; si bien tenemos la posibilidad de formar directamente parte del gobierno, lo cual es bueno, nos vemos obligados a ceder debido a nuestra situación minoritaria”. Agregó que “el problema no es el sistema, muy apropiado para un gobierno nacional, sino los temas que se tocan; en un principio la población neoaltariana se encontraba casi exclusivamente en la ciudad de Adelfópolis; hoy más de un cuarto de la población vive en comunidades menores, que han aumentado en número y población en los últimos tiempos, y se pretende tomar decisiones que se adecuan a la capital pero no a las comunidades rurales”.
Tras haberse cerrado las puertas a la inmigración en Nueva Altaria, se cerró así también la posibilidad de que entren nuevas ideas y corrientes, tanto políticas y culturales, lo que ha permitido considerar una regulación más estricta y definida sobre estos aspectos. Un ejemplo de esta regulación fue el intento de imponer el idioma español en todo el territorio, medida a la que se han opuesto los miembros de comunidades que conservan idiomas propios minoritarios como parte de su cultura y desean seguir utilizándolos en su vida diaria. Este tipo de medidas ha sido la que desencadenó la búsqueda de un sistema más federal.
Según la nueva reglamentación aprobada por el Gobierno Comunitario, las comunidades tendrán una independencia mucho mayor. Desde ahora, las normas a aplicar por el Gobierno nacional no solo tendrán que ser aprobadas por la mayoría del total de la Asamblea, sino también por la mayoría de cada grupo de representantes, proveniente de cada una de las 28 comunidades del país.
Si bien se argumentó que esta medida iba en perjuicio de la voluntad mayoritaria, la realidad es que las comunidades tienen derecho a legislar sobre todo lo que no se haya legislado de parte del gobierno nacional. “si toda la población neoaltariana menos una comunidad de 800 personas está de acuerdo en algo, igualmente no se podrá legislar una norma a nivel nacional al respecto; eso no impide que acto seguido las 27 comunidades restantes la aprueben cada una por su parte”, explicó un representante a favor del cambio.
La legislación vigente fue revisada mediante el nuevo sistema. Hoy por hoy, las únicas reglas vigentes a nivel nacional se refieren a cuestiones de derechos, y una reglamentación política básica, que básicamente establece el derecho a la participación directa en el gobierno para todo ciudadano con instrucción básica (en dos comunidades, entre ellas la de la ciudad capital, se ha mantenido como requerimiento una educación universitaria) y la delegación de la representación exterior al gobierno nacional.
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