Transcurrido casi un mes desde que se abrió el debate en la página del SERV para definir las modificaciones a realizar en el sistema económico, finalmente se empiezan a ver algunos resultados. Las negociaciones marcharon de forma particularmente lenta, y el debate parecía no llevar a ningún lado, lo que le valió advertencias por parte de los micronacionalistas hispanos, quienes comenzaron a buscar alternativas económicas ante la disolución del sistema, que aparecía como inminente. Sin embargo, en los últimos días ya se logró acordar una nueva estructura para el funcionamiento de la economía real.
"Esperemos que las cosas puedan marchar mejor ahora. La economía neoaltariana, que no logró siquiera despegar, simplemente se ha paralizado desde que se abrió el debate y así permaneció por la incertidumbre. Desde hace ya unos días los ciudadanos son menos activos, y desde inicios de agosto la actividad se reducirá notablemente, por lo que habrá que esforzarse para lograr mantener un nivel adecuado de desarrollo económico en el país", dijeron desde el gobierno.
El sistema propuesto implica un giro importante respecto del funcionamiento original del SERV, en el cual la economía, más abierta y flexible que antes, pasa a ser regulada por nuevas instituciones internacionales. Aunque la que era una reforma se parece más a una completa reconstrucción del sistema, se buscaría implementar el nuevo modelo de forma que las ganancias obtenidas hasta ahora se mantengan, y haya continuidad con el SERV.
Características del nuevo modelo:
Nuevas instituciones: Como parte de esta reforma, el equipo del SERV desaparece como figura importante y ocupan su lugar dos instituciones planteadas hace tiempo, pero que aún falta concretar: el Banco Intermicronacional, entidad reguladora del economía micronacional, y la Bolsa de Confianza, en la que los micronacionalistas evaluarán empresas y productos, conformando una referencia importante para todo quien participe en el sistema, incluso para el mismo Banco Intermicronacional. Se espera que la evaluación de la solvencia de las empresas sea la que incentive a los empresarios y micronaciones a mantener una actividad constante, al existir el riesgo de perder confianza de la comunidad micronacional y por lo tanto posibilidades económicas.
Inclusión de bienes físicos: El sistema se flexibilizará en lo que respecta a categorización y valoración de productos, ya que los micronacionalistas podrán registrar ellos mismos los tipos de producto, que luego serán valorados, todo en la Bolsa de Confianza. Esto permitiría la inclusión de bienes físicos, que podrán ser igualmente registrados y valorados, en el mercado intermicronacional.
El rol de los bancos: Los bancos, que hacia la mitad del debate se postulaban como reguladores de la economía, pasan a ser simplemente otro tipo de emprendimiento, prestatarios con la habilidad de cobrar intereses, cuyas reservas se integrarán únicamente de los depósitos voluntarios de los ciudadanos, quedando el Banco Intermicronacional como el único con la capacidad de regular la actividad económica.
Debido a la dependencia de los macroestados que supondría un sistema con respaldo directo en moneda macronacional, toda la moneda micronacional estará respaldada directamente por los bienes producidos en el marco del sistema. El Banco Intermicronacional será el encargado de emitir la moneda una vez comprobados los bienes en cuestión. El funcionamiento básico del sistema se ha resumido en el debate como sigue:
Generación de dinero: Un productor genera bienes, y los registra ante su gobierno micronacional. Las micronaciones luego declaran estos productos ante el Banco Intermicronacional, para que este compruebe que son reales. Luego el BI emite una cantidad de dinero, según el valor actual del producto registrado, y lo destina al gobierno micronacional que presentó el producto en primer lugar, para que este último lo ponga en circulación en su micronación pagando al productor su ganancia, y llevando cuenta de la misma, su origen, los impuestos que le corresponden. Esto facilita el control del gobierno sobre la economía de su micronación.
Comercio: Las regulaciones sobre comercio local son dejadas a criterio de las micronaciones, que tomarán las medidas necesarias y más apropiadas en cada caso para evitar fraude y asegurar que no aparezca una economía sumergida. Pero en el comercio internacional, ya sea entre micronaciones o empresas, en todo caso el comercio debería darse con el Banco Internacional, que controla y regula la actividad económica intermicronacional, como intermediario. A tal fin se puede abrir un espacio público en el que se desarrolle el comercio internacional de forma transparente.
Pese a que al parecer las cosas comienzan a marchar, faltan solo días para que los micronacionalistas entren en una actividad altamente reducida, tanto fuera como dentro de Nueva Altaria, y los micronacionalistas deberán apresurarse a formar y poner en marcha las instituciones requeridas si no se quiere perder esta oportunidad. El trabajo recién comienza, y remontar la economía será un trabajo difícil dada la situación actual de la actividad micronacional.
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